Escalofríos que derriten



-¿Qué has estado haciendo en estas tres hora, Sophie? –quería dedicarme a hacer mi trabajo y terminar lo antes posible.

-En verdad he estado pensando en usted y he encontrado varias cosas que debería mejorar –vaya, aquello si que resultaba interesante. La miré con una ceja alzada y avancé hacia el final de la habitación, observando como siempre que no hubiese nada extraño. Me siguió mientras que continuaba hablando-. Lo primero que he pensado es que debería dejarse el pelo suelto, no le favorece nada esa coleta del siglo XVIII –y antes de que me pudiese girar hacia ella, quitó suavemente la goma que recogía mi pelo y lo desenredó con suavidad. Nunca hubiese creído que por aquel cabello largo pudiesen transcurrir aquellas sensaciones que amenazaban con romperme en escalofríos de placer.

Me giré con rapidez hacia ella, fulminándola con la mirada pero únicamente consiguiendo que bajase la mirada y sonriese con una dulzura pícara unida con unas pizcas de deseo. Se le ondulaba el pelo de forma insinuante, amenazando con dejarse caer sobre su cara y tapar su absoluta belleza. ¡Pero qué diantres estaba pensado!

-No vuelvas a hacer eso, Sophie –mis intentos de poner una todo de voz autoritario iban cada vez a peor, más que nada porque me moría de ganas de tocarla, aunque sólo fuese una vez.

-Me disculparía, doctor pero lo único que intento es sacarle ese aspecto de cincuentón y devolverle su juventud. ¿Qué son esas horteras camisas que se pone por dentro del pantalón? –se rió suavemente e intentó alcanzar mi cadera para seguir con aquel proceso de rejuvenecimiento que se había propuesto. Atrapé sus pequeñas manos con una de las mías y las mantuve alejadas de mi cuerpo pero joder, hasta podía notar su suavidad clavándose en la palma de mi mano-. ¿Doctor? –sí, susurró poniendo aquella voz del pecado más cautivador mientras que me miraba bajo sus pestañas y finalmente dirigió un sus ojos a nuestras manos. Volvía a árdeme todo el cuerpo.

Estoy seguro que vio en mis ojos la huída que tenía planeada cuando solté sus manos y casi eché a correr con todas mis fuerzas hacia la puerta. Se puso delante de mí de nuevo, haciendo que chocase con ella sin poder evitarlo con toda la fuerza, el ansia de salir de allí y el abrasador deseo que me corroía por dentro. Sé que no fue un golpe tan fuerte como para hacer que se cayera, pero allí la veía, casi a cámara lenta como se dirigía hacia el suelo y por mucho que aquello estuviese ya planeado en su mente mi razón no me permitía herirla de aquella manera; ya que sería mi culpa totalmente. La atrapé entre mis brazos y con la urgencia del movimiento quedó apretujada en mi pecho para su inmenso gozo. Se derritió todo mi ser al sentir su calor contra el mío, nuestro cuerpos encajando al unísono con una perfección de la cual casi esperaba escuchar un ¡clac! Y dioses, como no morirse de deseo cuando sus manos se escurrieron por mi espalda con deliciosa lentitud.

-Muchísimas gracias, doctor –me agradeció con maldad al oído.

Pero salí huyendo de allí, con las piernas temblándome y no escuché lo que me preguntaba, simplemente asentí antes de cerrar la puerta y poder dejarme llevar por los escalofríos que corroían mi cuerpo. Fue al cabo de unas horas cuando mi mente reprodujo su pregunta, sus palabras dulces preguntándome si se podía quedar con la goma de mi pelo. Y había asentido como un imbécil, olvidando que ella se dedicaba a coleccionar cosas de sus hombres y que de una forma u otra, ahora era el nuevo prisionero de sus pensamientos dementes.
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9 comentarios:

  1. A veces es bueno ser parte de la colección de una mujer como ella ;)

    Un muáh, guapa :]

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  2. vaya textazo :|
    tu blog es geeeenial:)
    te sigo ! pasate por mi blog y sigeme tambien^^
    www.motivaland.blogspot.com

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  3. me encanta tu blog (aunque nunac comente)porque tienes algo en la manera de escribir que te engancha. Me encantó el texto, muy original la idea, coleccionar hombres... interesante (:

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  4. hola dejo la dirección de un blog que espero que te interese ^^

    http://fnhinvented.blogspot.com/

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  5. Sophie consigue encandilarme cada día más, por no hablar del doctor.
    ¡y tú tan guapa como de costumbre, pelirroja!
    muá

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  6. ¡Muchas gracias a todos y me paso por esos blogs que habéis dejado! :D

    Pelirroja en blanco y negro, en este caso jajajaja.

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  7. Eres tan preciosa como este texto, creo que encajarías mucho en este lugar: http://lacasa.forosactivos.com/

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  8. Una chica mala que enreda y enreda y te deja con las piernas temblando como si fueras un flan... Pobre doctor... Tengo que ir al médico más a menos xD.

    =) Un saludo!

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