Guárdame. En la cabeza o en el corazón. Pero guárdame, no me olvides, no me sumas en una oscuridad de indiferencia y castigo, de silencio y tristeza.
Guárdame en el corazón y piensa en mí con él, porque es de inteligentes querer con cabeza pero el cerebro no entiende las razones de nuestro corazón.
Guárdame y abrázame con cada pensamiento, con cada recuerdo, con cada trocito de lo que una vez fuimos pero guárdame, no me olvides.
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