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Creo que a veces no soy consciente ni de lejos que pueden llegar estas palabras ni de a cuántas personas. Normalmente me pongo a escribir, dejo que las palabras salgan de mi cerebro y se queden aquí marcadas, sin pensar mucho en las consecuencias, en quién lo leerá, en que pensarán.
Bueno, esto último suele darme un poco (bastante) igual, pues todo el mundo es libre de escoger y yo no obligo a nadie a leer mis dolores de cabeza.

Lo que sí me gusta es saber que en algún lugar, en algún momento, alguien está leyendo esto que he escrito; quizás sin mucho interés o con una pizca pero ahí está. Empecé el proyecto de escribir todos los días por varias razones: por marcarme una rutina (y no me ha ido nada mal, obligarme a escribir todos los días y conseguirlo te levanta mucho la autoestima), no dejar de lado algo que me gusta (aunque no me dedico a escribir ni "novela" ni historias) y, quizás en el fondo también porque me gusta hablar, mucho, tanto de mí misma como de otros temas pero sobre todas las cosas me encanta ayudar a la gente y si algunas de las palabras que he escrito en algún instante han servido de algo, han hecho sonreír a alguien, yo ya estoy contenta. 

Porque en el fondo no estoy escribiendo solo por mí, no es tan egoísta. Me gusta compartir, dar y recibir ( y esto último suena fatal), charlar, hacer preguntas, responderlas (guiño a ask). 
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