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Hoy me apetece escribir y dejar que las palabras fluyan, a su ritmo, con vida propia, queriendo decir lo que ellas mismas deseen pero tengo la mente tan embotada que resulta complicado. Es un poco difícil relajarte cuando tú eres el foco y causa del estrés que te recorre por dentro, que no es nada raro, pues en el fondo somos nosotros mismos los que nos ponemos trabas y nos autoimponemos dolores de cabeza ¿pero a que es difícil librarse de ellos?
Pues ya llevo semanas con este. Diría incluso años, si hablamos de mí misma y no tan literalmente.

Pero ya no estoy tan estresada por los exámenes, me he hecho un horario en el que me paso de 10 a 19:30 o de 10 a 21:00 en la biblio. Espero que sea tiempo suficiente pero bueno, es bioquímica y fisiología vegetal y ya se sabe.

En parte también me he llevado un chasco por parte de cá (no K.). No es un chasco de los que te pongas a llorar pero sí de los que te hacen suspirar y mirar hacia el suelo, pensando en cuando será el momento en que aparezca la persona adecuada, como un rayito de luz. Pero supongo que sigo castigada.


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