Estábamos a tres mil cuatrocientas personas de distancia



Se me fue la cabeza, de pura locura. Tres mil cuatrocientas almas entre tú y yo, o eso es lo que me parecía a mí, tanta gente junta. Difícilmente ver a más de veinte centímetros de tu propia nariz. Que necesitaba que me alcanzaras, que me gritaras que no me fuera, que no hiciese aquella locura. Pero seguía avanzando, dentro del hervidero de etnias, palabrotas y empujones que era el metro de Nueva York en plena hora punta. Los dos sabíamos que aquello era una tontería, una de tantas, pero es que en el momento que grité que me iba de casa para siempre era en serio.
Estaba ya a punto de entrar en el vagón, con algún que otro codazo en las costillas y varias miradas asesinas, cuando escuché un grito; uno inconfundible. Unas manos que querían hacer que me quedara.

-No lo hagas.

Me giré automáticamente, te vi y me miraste, pero el señor de la chaqueta negra tenía muy claro que él quería entrar en el tren y yo, que intentaba salir, se lo estaba impidiendo. Me empujó hacia dentro, las puertas se cerraron. Mi mano sobre el cristal, las tuyas aún alzadas hacia mí. Una última mirada, gritos ahogados por el ruido del metro. Y luego, sólo la oscuridad de las vías subterráneas de un tren a ninguna parte.
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7 comentarios:

  1. Mis manos,el sol, tu texto,todo PERFECTO! :D

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  2. Fiel al sentimiento que transmite la foto, genial.

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  3. Otro blog mierda escrito por una patetica niña que sueña con ser escritora... QUE TRISTE!!!!!!
    me apuesto lo que quieras a que no tienes vida propia y por eso inventas realtos tan sumamente malos y típicos, para crear una fantasia y creer que asi tendrás vida propia. Ala pues con Dios pero no sigas haciendo daño a este planeta con esas atrocidades y no borres el comentario, respeta la libertad de expresion

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  4. No, no pienso borrar tu comentario, cariño, porque si has dicho todo eso es que te has leído por lo menos la entrada y eso es lo que me interesa, que la gente lea lo que escriba porque no todo el mundo va a estar de acuerdo, nunca. Cada uno tienes sus sueños, si tú los has perdido, lo siento.
    Y tengo una vida, normal y corriente, pero no como la tuya, que intentas hacer daño con tus palabras, pero no hace daño el que quiere; sino el que puede y a mí me importa bien poco lo que me dice la gente que no conozco, porque por supuesto, como buen comentario "ofensivo" siempre es un anónimo :)

    Que te vaya bien a ti también.

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  5. esos trenes sí que son peligrosos!
    bonito el titulo!

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  6. Pero baja en la siguiente parada y vuelve.

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  7. esta muy lindo el cuento sigue asi y te felicito por q te animaste a publicarlo sigue a delante q gracias a gente como tu todavia hay personas q leen gracias

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