Muñecos de nieve antárticos

Muñecas en estanterías


-¡Lo siento, lo siento, lo siento! –tanta ternura contenida en esas palabras, tanto dolor mezclado en sus ojos.

-¡Vamos, otra vez! –me tragué todo mi dolor de espalda y le regalé mi mejor sonrisa.

Me volvió a apretujar entre sus brazos, dejando los míos atrapados contra su pecho, clavándome sus menudos brazos en mi espalda, encajando sus dedos entre los huecos de mis costillas, haciéndome cosquillas con el pelo en la nariz. No estaba mal del todo para ser su segundo abrazo de verdad que me regalaba (en realidad, que le regalaba a cualquiera) y bueno, el primero… mejor no hablar del primero. No hemos terminado en urgencias de puro milagro. Me río suavemente y rompo su abrazo haciéndole cosquillas en el costado izquierdo.

-Atiende, pequeña Glaciar, es la última vez que te explico como se hace.

¡Vamos, la mentira más grande jamás dicha! Podría explicárselo una y mil veces, sin cansarme, sin dejar de emocionarme al verla asentir con frenesí abriendo todos sus sentidos para captar una chispa de ternura que reavivara la suya propia. La acerqué a mí con el mimo más absoluto, dejando vagar libres a mis dedos por el final de su espalda, arrancándole un escalofrío de cosquillas. Con la otra mano le acaricié suavemente la mejilla, con lentitud, permitiendo que analizara con creces toda la ternura de mi piel ¡la que ella misma provocaba en mi interior! Por supuesto que se sonrojó mi trocito de hielo, muy despacio y casi no pude notar su piel sonrosada hasta que mi mano se aventuraba por su costado haciendo una levísima presión. Quería que notara mi cariño, que la traspasara e incluso deseaba que sus huesos se clavasen en mí, que me cortaran, que me quemasen como el mismísimo hielo. La cien millonésima parte de un milímetro que nos separaba se me hizo una galaxia y media de distancia y la apretujé  más contra mí, sonriendo con el fortuito dolor que se me coló por el pecho cuando sus dedos como estalactitas impactaron contra este. ¡Pero por nada del mundo me separaría de ella en aquel instante! Inconscientemente mi brazo se coló por debajo del suyo, queriendo abarcarla casi posesivamente cuando lo sentí que llegaba casi hasta su hombro contrario; pero ese era no era yo, era mi mismísimo amor por ella controlándome. ¡Y por todos los dioses! Mi porción de frío diciembre casi me derrite el corazón cuando la sentí revolverse entre mis brazos, sacando los suyos tímidamente de mi apretujón y dejándolos ascender hasta colgarlos de mi cuello. Me convertí en un escalofrío con patas cuando sus uñas jugaron con la piel del mismo pero por nada del mundo me estaba haciendo daño. Sin embargo, maldita la baratija de anillo que le había regalado que me arrancó un quejido que pretendía ser mudo. Pero no lo fue. Huyó de mí, literalmente. Mi trocito de invierno, con toda la pena del mundo ahogando sus pestañas con aquellas lágrimas que me hacían estremecer más que su piel.

-Miss Frozen, permíteme decir que lo estabas haciendo increíblemente bien –di un paso, la volví a atrapar entre mis brazos y cuando estaba más dispuesto que nunca a robarle un buen beso vio en mis ojos mis ganas de ella y me apartó de un empujón.

-¡No, no, no, un beso de esosno! –casi gritó histérica-. Ni siquiera se abrazarte, ¡imagínate lo que podría pasar si… si me besas!

Ay, mi muñeco de nieve antártico hecho mujer, cuánto nos quedaba por hacer.


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¡Mimos y aspirinas! 
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10 comentarios:

  1. ¡Me encanta!
    Me parece un relato super original, que pega con esta época en la que estamos (invierno).
    Me ha gustado muchos las expresiones que has utilizado cuando uno de los personajes se dirije al otro, tan... tierno, no sé *-*
    Un besito desde mi pequeño rincón, al cual te invito con muchísimo gusto^^

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  2. Me enamore .... de tu relato ! Joder ame cada partecita, como narrabas que sentia ella aww y las partes de los abrazos, aww aunque me dio risa haha lo ultimo, lo de que pasaria si abrazandola lo que hacia ahora besandola haha. Besitos.

    HERMOSO!

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  3. Este es capaz de derretir al mismisimo Glaciar, si fuera yo me dejaba derretir toda la vida y fundirme con él mijijijij

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  4. ¡Me alegro de que os haya gustado! Glaciares se está convirtiendo en uno de mis personajes favoritos. Es tan fría, tan dulce, tan... aiiiiiins (L) en definitiva jajajaja.
    Veremos como siguen las aventuras de estos dos.

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  5. Que personaje tan bonito, tan frío como yo :) Gracias por derretirme un poquito con este relato

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  6. ¡Me encantó! Es increíble como describís cada sensación de los abrazos, y de cada caricia, y de cada sentimiento. Simplemente me encantó ♥
    Escribís hermoso, te sigo ídola ^^
    ¡Felices Fiestas! Te deseo lo mejor ;)

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  7. ¡Muchas graciaaas! :D
    Que las sensaciones se perciban lo más posible es lo que intento con este texto ¡y parece que algo lo he logrado! (qué genial :D)
    ¡Felices Fiestas a todos también!

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