" Crazy bitch. I like the way she rides this dick "
Attila - Payback

                       



-¡Que se la vaya a chupar a todos esos que dicen que le pagan bien, vamos y que se olvide de mí! -lo dice gritando, a pleno pulmón, con la garganta en carne viva al punto de casi sangrar-. Que presuma de sus fiestas de alcohol y orgías, que se crea la mejor por tener una lista interminable de tíos que hayan pasado por su cama y ¡que la follen! Sí, joder. Que más me da a mí esa furcia ahora.

Y se revuelve entre las manos que lo sujetan, da puñetazos y patadas al aire que con un poco de suerte le dan al imbécil que le está sujetando, impidiéndole no partirle la cara al gilipollas que tiene la zarpas encima de  Cassie. No, para nada le daba igual lo que ella hiciese o dejara de hacer.
¡Pero si a ella le gusta, imbécil, a ella le encanta que le metan la mano por debajo de la falda!  -es el pensamiento que recorrer su mente, de arriba a abajo, de derecha a izquierda y de fuera hasta el interior de sus entrañas. Y es que no lo quiere creer. 

-¡Suéltame ya! ¿Qué más le da a la humanidad que a un imbécil le hayan partido la cara o no? Igual hasta se la arreglo, todos salimos ganando. Yo desato mi furia y a él le hago la cirugía gratis -se lo grita al que lo tiene preso y se logra zafarse de él, con esa típica patada en las partes bajas que a todo hombre dobla por la mitad.

Y se va hacia el de las zarpas que ya surcan la baja espalda de Cassie y el mismo que tiene sus labios bajo el lóbulo de la oreja de la chica. Una botella de cerveza desaparece de la barra para, segundos después, estallar en añicos sobre la cabeza del sobón aquel. Un grito de dolor, una brecha, sangre y un grito de mujer. Uno realmente enfadado.

-¡Te he dicho que me dejes ya en paz, joder! Que necesito ganarme mi dinero, mis dólares, que no soy una alta ejecutiva como tú que come en restaurantes de lujo -dice con retintín-. Que sí, que a mí me ha tocado chupar pollas, dejar que me metan mano y sonreír como la puta que soy ¿y qué? Disfruta de tu vida de dinero como yo disfruto de la mía y conque te vuelvas a dirigir a mí y no sea para echar un polvo, vas a tener problemas,

-Empezando por mí, imbécil -el de la brecha en la cabeza, que se ha levantado de la silla y está a punto de estampársela en la cabeza al que sigue con la mirada clavada en Cassie.

Y esa fue la primea paliza que se llevó. Cinco puntos en la cabeza, un ojo morado y unos cuantos moratones pero sin duda, lo que más le dolió fue que si quería salvarla, tendría que jugar sucio. Así mismo es como lo hacía ella. 




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2 comentarios:

  1. Me ha E-N-C-A-N-T-A-D-O. Tanto Cassie, como él. Como tu manera de escribir.

    Me encanta TODO. Y pasarme por tu blog. Eso si que me encanta.

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  2. ¡Me alegro de que te guste! Y me sacas los colores con esas cosas que me dices, eh (L)

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